Desigualdad y Determinantes Sociales en Salud

Desde tiempos inmemorables, la salud ha sido objeto de preocupación, y a lo largo de la historia, diversas culturas han atribuido causas diversas a las enfermedades. Desde castigos divinos en la antigua Asiria-Babilonia hasta las interpretaciones empíricas y religiosas en el antiguo Egipto y China, la percepción de los determinantes de la salud ha evolucionado enormemente.

En el mundo occidental, el Corpus Hippocraticum destacó factores internos y externos que influyen en la salud, sentando las bases para los conceptos modernos de determinantes genético-biológicos, medioambientales y de estilos de vida. A medida que avanzamos en la historia, figuras como Johan Peter Frank en el siglo XVIII y Marc Lalonde en los años 70 contribuyeron con modelos que buscaban explicar la salud y sus determinantes.

Lalonde propuso un enfoque holístico que dividía los determinantes en Biología Humana, Medio Ambiente, Estilos de Vida y Conductas de Salud, y el Sistema de Asistencia Sanitaria. Hoy, consideramos modificables casi todos los actores que integran estos determinantes, incluso aquellos relacionados con la biología humana, gracias a avances en genética, diagnósticos y terapias basadas en la biotecnología.

El consumo de drogas, el sedentarismo, la mala alimentación, situaciones psíquicas morbosas y la mala utilización de los cuidados médicos son factores clave que impactan nuestra salud diaria. La organización de los cuidados sanitarios también juega un papel crucial, y la falta de adecuación en la distribución del gasto sanitario puede tener consecuencias significativas en la salud de la población.

En 1989 y 1999, Tarlov clasificó los determinantes de salud en cinco niveles, desde lo más individual hasta lo más intersectorial. Excluyó la atención sanitaria como determinante, considerándola más como una estrategia reparadora. Este enfoque destaca la importancia de abordar los factores que afectan a la salud desde múltiples niveles, reconociendo la complejidad del problema.

Desigualdades en Salud: El Derecho Universal Menos Realizado

La salud, un derecho universal fundamental, sigue siendo esquiva para muchos debido a desigualdades persistentes. Estas desigualdades no solo varían entre países, sino que también existen dentro de las naciones, vinculadas a la clase social, el género, el territorio o la etnia.

La equidad en salud, un principio ético respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), busca que las personas alcancen su máximo potencial de salud, independientemente de sus condiciones socioeconómicas. A pesar de este noble propósito, la realidad muestra que la pobreza, la discriminación y la falta de acceso a servicios básicos siguen siendo obstáculos significativos.

La Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud (CDSS) de la OMS propuso tres recomendaciones clave para abordar estas desigualdades: mejorar las condiciones de vida cotidianas, luchar contra la distribución desigual del poder, el dinero y los recursos, y realizar mediciones y análisis sistemáticos del problema.

Enfoque de los Determinantes Sociales en Salud: Más Allá del Biomédico

El enfoque de los Determinantes Sociales de la Salud va más allá del modelo biomédico convencional. Reconoce que la salud no solo está determinada por factores biológicos, sino también por condiciones sociales, económicas y políticas. Este enfoque subraya la importancia de comprender las “causas de las causas” y abogar por intervenciones a nivel estructural.

Los determinantes sociales de la salud se dividen en estructurales y intermediarios. Los primeros incluyen factores socioeconómicos y políticos, mientras que los segundos abarcan circunstancias materiales, psicosociales, conductuales y biológicas. El sistema de salud también se identifica como un determinante clave que afecta la distribución de la salud en la población.

Identificación de los Determinantes Sociales de la Salud

1. Determinantes Estructurales:

   • Contexto socioeconómico y político: Gobierno, políticas macroeconómicas, políticas sociales y valores culturales.
   • Posición socioeconómica: Clase social, género, etnia o raza, revelando jerarquías de poder y acceso a recursos.

2. Determinantes Intermedios:

   • Circunstancias materiales: Vivienda, condiciones laborales, ingresos.
   • Circunstancias psicosociales: Estrés, apoyo social, control sobre la vida.
   • Factores conductuales y biológicos: Estilos de vida, nutrición, actividad física, consumo de tabaco y alcohol.
   • Sistema de salud: Acceso a servicios y calidad, contribuyendo a desigualdades.

Conclusión: Hacia una Salud Equitativa

Abordar las desigualdades en salud requiere un enfoque integral, reconociendo la interconexión de factores estructurales e intermedios. La equidad en salud no es solo un imperativo ético, sino también una inversión en el bienestar de la sociedad en su conjunto. A medida que avanzamos, es crucial adoptar políticas y prácticas que no solo mejoren el nivel promedio de salud, sino que también reduzcan activamente las disparidades, empoderando a comunidades desfavorecidas para que ejerzan control sobre los factores que determinan su salud. En este viaje hacia la equidad, la comprensión y acción basada en los determinantes sociales de la salud se revela como un camino necesario para forjar un futuro más saludable y justo.

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